Podría empezar con un manido “parece que fue ayer cuando…”
pero no. Han pasado tantas, tantísimas cosas en estos meses desde que decidí
participar en Imagina Burgos que parece que fue hace un par de años o tres.
Primarias, pre-campaña, campaña, elecciones, diálogos, estrategias… Puedo
asegurarles que veinticuatro horas son muy pocas para un día y que la
responsabilidad pesa, angustia y agobia. Mucho. Una barbaridad.
Mañana, eso sí, será un gran día. Mañana, la gente, la
ciudadanía, las personas normales, las burgalesas y burgaleses de a pie
entrarán en el Ayuntamiento. Con seis voces pero esas seis se harán eco de miles
(concretamente de 18.579… y subiendo). Por estrategias ininteligibles y
actitudes incoherentes no conseguiremos un alcalde diferente al que hemos
sufrido estos cuatro años pero eso no quiere decir que el cambio no haya
llegado al pleno. Un grupo municipal amplio, muy preparado, ilusionado y con
muchas ganas hará una oposición firme, dura y responsable para lograrlo. No
dejaremos de exigir transparencia, participación, sensatez, igualdad de
oportunidades para todas y todos y, especialmente, compromiso con quienes más
lo necesitan.
A partir de mañana tendré la suerte de compartir equipo con
Raúl, Eva, Blanca, Marco y Sara. Y con una marea de gente detrás apoyándonos y
exigiéndonos. Porque el futuro se gana caminando, mañana damos un paso
importante. Quizás la primavera tarde cuatro años en llegar pero, mientras
tanto, no vamos a permitir que nos corten más flores.
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