Emociones

Ayer Imagina Burgos hizo públicos los resultados (provisionales) de las primarias abiertas de la candidatura que va a ganar y cambiar nuestra ciudad. Fue un momento lleno de emociones para las personas que formamos parte de este proyecto y, personalmente, más todavía. Por eso, para evitar que este post sea muy emocional, lo escribiré con números que suelen decir que son más fríos (aunque en este caso posiblemente no sea así).

Mil ciento noventa y cinco

Las personas que han participado en las primarias de Imagina Burgos. Un procedimiento sin precedentes en nuestra ciudad, radicalmente democrático y, sobretodo, ilusionante. La lista que sale de este proceso no atiende a decisiones estratégicas o caprichosas de tecnócratas y/o “aparatos”. Esta lista sale de la gente de nuestra ciudad, porque como dice Raúl Salinero, Imagina no tiene miedo a la gente, Imagina es la gente.

Treinta y siete (y más)

Las personas que han participado, presentando su candidatura, en estas primarias. Personas que han dado un paso al frente para aportar lo mejor de sí mismos/as y transformar el Ayuntamiento con el objetivo de ponerlo al servicio de la ciudadanía. Un equipo magnífico que, tras ese primer paso al frente, seguirá dando muchos más porque, como dice uno de los lemas de la candidatura, el futuro se gana caminando. Pero además, está el resto de personas que hace un trabajo excepcional en los diferentes equipos de Imagina  (comunicación, informática, coordinación, logística...), un verdadero lujo y una garantía.

Cincuenta y tres

Los días que faltan hasta el 24 de mayo. Hasta que traigamos la primavera a nuestra ciudad, hasta que llenemos las urnas de colores, de cambio, de ideas nuevas, de sonrisas, de solidaridad... de ilusión.

Trescientos cincuenta y seis

(Esto es más personal) Las personas que me regalaron su confianza en estas primarias y han hecho que ocupe el puesto número tres de la lista (insisto, a falta de posibles reclamaciones y confirmación definitiva). Trescientas cincuenta y seis personas me han pedido que sea su representante en el Ayuntamiento, que lleve su voz al salón de plenos. Trescientas cincuenta y seis personas quieren que yo sea uno de los/as representantes que hagan que a esta ciudad llegue por fin la primavera. No es un tópico, es la verdad: son trescientas cincuenta y seis razones para estar feliz, para estar orgulloso pero también para estar a la altura. Trescientas cincuenta y seis veces, gracias.

El camino continúa. Y, cada vez, se hace más apasionante.